Entre las miles de ideas que se retorcían en mi mente como seres extraños en un infierno, estaba la de compartir sentimientos por medio de letras. Pero entre la estrecha propuesta mediática solo conseguí abrir un tumblr y crear una especie de textos rápidos que escribía en momentos donde era mas probable que un deja vu se apodera de mi mente.
Después de cien mil años y de aplicarme una psicología
infundada y más falsa que el Capitán Garfio conseguí lo que sentía inalcanzable:
mi blog.
El nombre está mas claro que la piel de Robert Pattinson en
Twilight. Tendré que abrir ciertos caminos para cavar más allá de mi cerebro y
contar cosas vivenciales, inimaginables o extrañas, porque no necesité ganarme
un premio Nobel para escribir ni ser el creador de un Best Seller para llenar
algunos párrafos de historias reales.
Y no pretendo de hacerme de amigos ni de tantos enemigos,
solo me gustaría que probaras un sorbo de mi sopa de letras para conjugar
pensamientos y crear momentos (esto último no es la frase de una canción).
Así que a partir de hoy y hasta el verdadero fin del mundo
llenaré con unas cuantas letras más la profunda ánfora del internet con
publicaciones que tendrás que leer para descubrir si son reales o no.
Ahora que tal si me prestas tus ojos porque yo te prestaré
mis letras.
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